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Editorial
En sinodalidad
Al acabar un ciclo se tiene la oportunidad de recoger los rayos de luz apareci-dos a lo largo del camino. Es mirar el pasado y captar el presente-futuro, en el horizonte de una nueva normalidad.
Es tiempo de dar nuevo significado a la mirada, hacer brotar su fuerza comunicado-ra, su capacidad de vislumbrar lo que hay más allá de las apariencias, por entrar con delicadeza en el misterio del otro. La experiencia de la mirada reclama reciprocidad. El nuevo escenario contemporáneo nos invita a retomar el camino de aquel am-pliar la mirada que habíamos empezado. Y cuando nos disponíamos, preci-samente, a despedir el tema del CGXXIII, se nos pide retomarlo en su actualidad más viva. ¡Cuántas experiencias vitales en este ejercicio de ampliar la mirada!